2 de diciembre de 2009

# 2: Superman Rojo VS. Superman Azul

No sé cómo llegó a mi estantería este cómic edición mejicana-argentina-chilena-española que recopila cuatro números del Superman Azul, y su posterior réplica roja (y votante del PSOE). Esta locura tuvo lugar cuando se rebooteó al personaje en algún oscuro periodo de los 90; a Superman le cambiaron el traje, el logo y hasta los poderes, convirtiéndole en una especie de "ser de energía" mucho más "cool, salvaje y radical". Podéis saber más sobre tan colorido rebooteo en este link. La verdad es que, visualmente, este nuevo Superman es chulísimo. Otra cosa es lo exitosas que fueran sus historias con su nueva "identidad". Porque, si todas fueron como las de este tomito, PANIC!

Las cuatro historias son bastante lamentables. Si acaso se salvan la primera (donde contraponen las mismas acciones del Clark Rojo y el Clark Azul en plan espejo) y la última (que mezcla a lo loco escritos de psicología, samurais y animales liberados de un zoo... aún así es entretenida). Lo dicho, que la historia y diálogos de Stuart Immonen se salvan, pero las y los de Dan Jurgens,  Karl Kesel y Roger Stern apestan. A ello no ayuda que todos los diálogos estén en latino. Ejemplos:

Lois Lane (a los dos Supermanes): "¿Y bien? Los dos salieron de mis focos como un par de kilowats superdesarrollados. Sólo quiero saber, ¿qué pasa?".

Say whaaaaaa?

Esto se nota mucho más en los parlamentos del Superman Rojo (que es más chulín y macarrilla; el Azul es el clásico). Ahí va un ejemplo del SuperRed hablándole a los malos: "Si lo permitiera, de seguro los fans de Superman renunciarían a sus membresías. ¡Sin mencionar sus anillos decodificadores!".

A lo que el malo contesta: "¡Chequen eso! ¡Ese chiflado se cree super!".

No, en serio, Say whaaaaaa?

Traducciones aparte, el verdadero problema son los  penosos argumentos de todas las historias. Vale, tenemos a un nuevo Superman que, además, se ha dividido en dos seres distintos. ¿Y ahora qué? Pues ahora nada. Un par de peleas aquí y allá y mucha paja entremedias. Son historias simplonas, infantiloides y absurdas que ni enganchan ni interesan.

Entre esto y la horrible saga de Doomsday, los cinco supermanes distintos y la muerte y resurrección de Supes, me parece que los 90 debió ser una década MATADORA para cualquier lector de Superman. Afortunadamente, no la viví. Y tengo a Dan Jurgens, al que creo pope de aquella etapa, bien demonizado desde entonces. Me gustan sus recientes "Booster Gold", sí, pero no pienso probar nada anterior.

Los dibujos de Ron Frenz, Joe Rubinstein, Tom Grummett, Paul Ryan y Brett Breeding están bastante bien. Hay varias poses imponentes de Superman en acción que me gustan mucho. I like my Superman imposing. Los dibujos de la historia de Stuart Immonen los hace él mismo y le quedan la mar de bien. Tienen un puntito de originalidad muy goloso. Ya no está ese Super imponente repartiendo manduca, pero sí una figura más grácil y natural, sobre todo volando. Por lo demás, todo es caca.

2/10

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