Querido diario, hace siglos que no te escribo. Siglos de contratos, despidos, vacaciones y pérdidas absolutas de rumbo. Me he comprado un libro de cómo Starbucks refundó su propia marca hace unos años para darse un impulso cuando estaba caminando poco a poco hacia atrás. ¿Será posible refundarse a uno mismo? Lo he intentado tantas veces... Y con tan pocos éxitos... Seguiremos informando.
1 comentario:
Hola, soy Jimmy Dix. Y soy adicto a las tazas del Starbucks. (¿No habrá alguna buena reunión de Starbuckstazaadictos anónimos?).
En serio, he dejado de entrar en esos templos del dulce (los cafés están bien y tal —mejor los batidos—, pero yo soy más del surtido de dulces que muestran en sus vitrinas), porqué sé que, cada vez que voy, salgo con una taza en la mano. Y mi novia me va a matar cualquier día. Sin exagerar, puedo tener en casa al menos una docena de tazas variadas, de todos los tamaños y colores. Algunas las uso para tomar café, pero muchas las tengo de adorno. ¿Debo hacérmelo mirar?
Yo también he intentado muchas veces —demasiadas ya— refundarme a mí mismo. Y ahí sigo, con pocos éxitos e innumerables fracasos.
Ánimo.
Un saludo. Y vuelve más por este blog, que ya se te echaba de menos, Clark.
Publicar un comentario