Pero no estamos aquí para glosar las virtudes de tan mítica cinta, sino para constatar mi sorpresa ante lo que acabo de descubrir; que no es otra cosa que el título original de la historia que escribió Stephen King. El maestro del terror de Maine la tituló “Rita Hayworth and the Shawshank Redemption” (el relato acompañaba a otros tres en la antología “Las cuatro estaciones” (“Different Seasons”)). Me parece un título mucho más “mítico” que el definitivo, mucho más elegante y mucho más “evocador”, en el sentido que indicábamos antes del viejo Hollywood. Sin embargo, que luzca mucho más impreso negro sobre blanco no significa que fuera un mejor título para la película. ¿No centra demasiado la atención del espectador en Rita Hayworth y en el póster de la celda de Andy? (Por cierto, la foto que encabeza este post es el póster que adorna la pared del recluso). Más clásico, monumental y redondo… por lo tanto, más “literario” y prescindible en su traslación al cine, que supo fijar el foco en el viaje del protagonista y no en algo que sería mejor descubrir con nuestros propios ojos a lo largo del metraje.
Os dejo con algunos de los cortes de la exquisita banda sonora que compuso Thomas Newman para “Cadena perpetua”, al tiempo que os invito a leer el libro “Stephen King en cine y televisión” (Pedro L. López, Arkadin Ediciones), un trabajo claramente pasional del autor recomendado para todos los seguidores del escritor norteamericano de best-sellers de terror.
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