Son las 6:27 de la mañana. Me acabo de levantar. Hace unos minutos le he dicho a Loida: "Acabo de tener una pesadilla, que alguien me ofrecía un bollo de queso, me lo comía sin pensar, y echaba a perder los cuatro días de dieta". Tal es el nivel de compromiso con el arce, amigos.
Y cuando digo "bollo de queso" me refería a un hojaldre relleno de jamón y queso, ya sabéis. No es que en mis sueños hagan asquerosos bollos salados como esas cosas con huevo repugnantes que hacen en Lisboa, que te sirven como un dulce y en realidad es tortilla francesa con azúcar, ¡¡puagg!! Disgusting.
... Y no, nadie me ofreció ayer un "bollo de queso". Sin embargo, ayer fue el día más duro de la dieta. Me pasé todo el día en casa por varios motivos:
1. He dejado el trabajo y tengo muuuuuucho que escribir
2. Tenía un dolor de garganta brutal, un poquito de dolor de cabeza y un frío demencial
3. Me dio un pequeño mareíllo
El mareíllo fue causado, creo yo, por la falta de alimento. Yo tengo una costumbre, creo que fea, consistente en levantarme de sopetón. Me levanto y me siento con la brusquedad propia del dancebreaker. Ayer me levanté de la cama tras leer una revista de sopetón y tuve que sentarme de nuevo en la cama porque notaba como la sangre se me iba a la cabeza de mala manera. Es parecido a cuando te da una bajada de tensión y pierdes la consciencia por unos segundos (a mí esto me pasa siempre que me hago un análisis de sangre, la extracción propiamente dicha la aguanto, pero luego... catapúm).
Pues eso, que noté un sudorcillo frío y un atoramiento extraño, así que me senté y me levanté al ritmo de Jack Nicholson en sus últimas películas. No puedo achacar dicho mareo a otra cosa que la falta de ingesta de sólidos desde el domingo. El cuerpo me demanda comida, aunque sean albóndigas del Tesco de a 49 céntimos el bote, pero yo le digo esto al cuerpo: "Sólo puedes comer sólido un tronco de un arce". ¡Ahí lo llevas, cuerpo!
Ayer fue el día más duro hasta ahora no sólo por el mareo, sino porque el liquidillo comenzó a darme un poco de asco. No es que se haya convertido en asqueroso de repente al cuarto día, sino que la repetición de ese mismo "elixir" cada día me está haciendo descubrir distintos matices de su sabor... Y cuando el sabor a limón deja de ejercer de tapadera me doy cuén de que aquello podría reventarle el gaznate al mismísimo Bukowski, ese gran bebedor.
Como novedad en la dieta tenemos los laxantes, que el WordReference me dijo que en inglés es "laxatives". Estos días no hemos hecho mucho de vientre, que digamos. Mi guía espiritual en esto del arce me dijo que para que el depuramiento se complete al 100% es necesario... bueno... hacer un poco de caca. Dicho y hecho. Acabo de dejar un regalito en el baño.
Como decía un niño que jugaba al fútbol bajo mi ventana cada vez que regateaba a alguien: "¡Regalito!"
¿Resultados de la dieta so far? Me noto la cintura y las piernacas algo más delgaditas, poquísimo pero algo, y el tronco se me está quedando tan plano como a Sandra Bullock. Aunque entre mi barbita sin afeitar y las ojeras que me salieron, Loida y yo temíamos que me estuviera convirtiendo en el Christian Bale de "El Maquinista". We don´t want that. We want Batman Christian Bale. Terminator Christian Bale. American Psycho Christian Bale (no por lo del psycho).
Por cierto, en mi sueño estaba en mitad de una persecución en algo así como la Tercera Guerra Mundial sólo que por las calles de la Plaza Mayor de Madrid. Estaba dentro de la nueva serie de "V" (el remake/secuela) y Steven Seagal salía de un portal (en serio) con una pedazo de arma que disparaba rayos láser y de la que salían huyendo tanto lagartos como terrícolas. Así que debo deducir que Steven Seagal es una tercera raza independiente que no quiere que le toquen los huevos en las guerras intelestelares, él sólo quiere tomarse su café con churros mientras lee el As. Sabio.
2 comentarios:
Hoy me dije a mí mismo: "voy a escribirle un correo al gran Juan porque perdí la dirección de su nuevo blog y necesito leerlo". En horas de la noche revisé mi mail y me llevé la grata sorpresa de ver un mensaje con tu nombre. ¿Caprichos del destino?, no sé.
Abrí con emoción el mensaje y vi "Aguanta, Juan, Aguanta".
Leí todos los post que no había leído. Tengo que decir que me sorprende tu dieta. Además, tengo que agregar que me impresionó tu peso actual, tomando en cuenta que en mi imaginación es imposible visualizar un Juan gordo.
Yo estoy en 76 Kg y me siento pesado,aunque mi estatura es 1.80. Por tal motivo necesito que me expliques por qué ese cambio físico tan radical.¿Qué te pasó?
No opinaré sobre la dieta. Sólo seguiré atento a tu día a día esperando que la termines y digas como siempre "lo logré".
Un abrazo
Don Excmo.
Querido Julio, estimado Guía:
Si bien es cierto que mi peso no puede compararse al del Maradona pre-operación de estómago, sí que es cierto que las lorzas y la dejadez se estaban apropiando de mi cuerpo.
Esta dieta del arce no sólo es dieta para quitarme unos cuantos kilos, también es un reseteo, un punto de partida para empezar a comer más sano y mejor. Espero enfrentarme a la comida de un modo distinto al que lo venía haciendo (devorar cuanta más mejor y con la mayor cantidad de grasa posible).
Desde aquí te mando un fuerte abrazo y espero un reencuentro en breve, ¿para cuándo?
Siempre me arrodillaré ante ti.
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