O son listos o quieren parecer que lo son. Demasiado listos, demasiado graciosos, demasiado inteligentes, demasiado brillantes. Parece que la gente, más que comentar un post en plan normal, en plan hablar normal, entrega pequeñas tarjetas de visita: "Éste soy yo y ésta es sólo una muestra de mi ingenio". ¿Les salen esos comentarios de forma natural? ¿Son ellos hablando como suelen hablar o escribiendo como suelen escribir? Lo dudo. Hay cosas demasiado rebuscadas, mucho marisabidillo (¿existe esta palabra?). O puede ser que toda la creatividad española se concentre en los comentarios a los posts de los blogs más populares.
Puede que sea el nivel de la página, el autor escribe muy bien y los comentaristas deben sentirse presionados: "Esto no es como comentar en el foro del Marca". Es una posibilidad. Pero el fenómeno se extiende a otras páginas webs y a otros foros offline. Y cuando digo "foros offline" me refiero a la vida real. Noto un deseo general de sentar cátedra cuando se habla o se contesta, unas ganas locas de quedar por encima del otro, de decir algo que retumbe más que lo que dice el de enfrente. Un deseo no sólo de hacerse notar sino de borrar al prójimo como en esa función del Photoshop que vas pasando el pañito ese o la lupa o lo que sea y vas borrando la foto con una foto que tú has seleccionado. Oh, no, nos dirigimos a una sociedad de cabezas borradoras.
No negaré que yo también quiero ser brillante, y agudo, y divertido, y la leche en vinagre cuando escribo o cuando comento algo. Pero si otro señor, aunque sea calvo y orondo, dice algo buenísimo pues se le alaba y se le reconoce... no se busca desmontar su perla con otra más grande y más reluciente para borrar la otra del éter. ¿Qué es esta carrera de "sólo yo puedo ser brillante"? Es que los comentarios, por ejemplo, a la "entrevista" de José A. Pérez a Pérez Reverte (que es, sí o sí, para partirse de risa) son todo críticas, o "mira cómo yo lo hago más gracioso" o "me esperaba más de ti". De unos 100 comentarios (sí, tengo mucho tiempo libre) apenas recuerdo cinco o seis diciendo que se habían reído mucho.
Me parece bien que la gente hable para decir cosas que molen (de hecho, defendí algo parecido en mi primer post en este blog -"que puede ser mi blog definitivo", como me dijo Marta- ), pero con un poquito de moderación, con un poquito de buen gusto, ¿no? Si un tipo escribe un texto brillante, si no te gusta se lo dices, sí, pero para demostrar que puedes hacerlo mejor hay otras ventanillas... Hacer eso es un poco incumplir el contrato. El tipo que escribe el texto o hace el monólogo en el teatro o dirige la película es el que tiene como obligación ser brillante o dejar de serlo, ser un pedante o entregar un truño que haga mucha pasta en taquilla. Él es el que tiene que cargar con el peso de "aquí os dejo esto y a ver qué os parece a vosotros". No es el espectador el que tiene que subirse a la tarima a improvisar un monólogo mejor. No le toca. O si le toca, que le toque a uno. Que no le toque a los 150 espectadores del teatro.
Y otra cosa. No me quejo tanto de que el espectador/comentarista quiera mejorar lo visto/leído porque él es un creador alucinante y le va a poner las pilas al paquete de escritor/director. Eso mola. Pero el modo de hacerlo yo lo enfocaría más a "como sé hacerlo mejor, voy a crearme un blog y voy a ponerme a escribir un guión"... porque demostrarlo en un comentario es una respuesta que se queda corta.
Es decir, si Brett Ratner decide rodar "X-Men 4" (con dos huevos) y la preestrena en su página web y Bryan Singer le deja un comentario diciendo "Menuda castaña pilonga, Brett, yo te hubiera dado mil vueltas virando la sexualidad de Cíclope hacia el animalismo... Aprende un poco" me parecería que Bryan Singer es un vago de cuidado. Que tiene todo el derecho del mundo a decirlo, que sí, y que es el propio Brett Ratner el que le abre la ventanita para que Bryan lo diga, sí, pero para demostrar que lo que ha hecho otra persona es caca y que tú puedes crear diamantes de la nada, HAZ EL DIAMANTE. Porque si no, querido, eres un vago de mucho cuidado. Un vago brillantísimo y que flota por encima de todos nosotros, pero un vago.
Oh, shit, debo aprender el noble arte de la síntesis.
2 comentarios:
'Marisabidillo' no existe. Pero 'marisabidilla' sí. Estos cabrones sexista de la SGAE... ¡Uy, perdón! Es la costumbre...
A ver si aprendemos a mirar el diccionario antes de publicar preguntas al eter. ¿Ha quedado este comentario lo suficientemente listillo?
Enough. Yes, smartass ;-)
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