Uffff, durito, durito. Ya me salté el número anterior del único cómic que sigo mensualmente al echar un vistazo a las lamentables historias y lamentables dibujos que pululaban por allí. Eché un vistazo rápido a éste y
me engañaron, vi mejores dibujos y el tramposillo "la conclusión de Un Nuevo Día" en portada y piqué. Cómo me arrepiento de esta compra.

Si algo me gusta de la serie regular de Spiderman es que te dan un montón de cómics editados en un tomito por un precio más que simpático. Aquí por 6´95 euros te llevas 4 con varias mini-historias de regalo. Lo malo es cuando
TODOS Y CADA UNO DE SUS CÓMICS son una basura, como el caso que nos ocupa. Incluso ese "final de Un Nuevo Día", que no es más que un remate absurdo y tontorrón de la historia que ya concluyó hace un par de meses, apesta big time. Es decir, que el único cómic que me interesaba de los 28 que vienen aquí es horrible. Pues imagínate los que no me interesaban...
Las dos primeras historias,
"Las Ex-terminadoras", con la Gata Negra y Mary Jane Watson luchando contra robots ninja en Japón o yo qué sé qué más, acaba siendo hasta lo mejor del tomo. Lo que ya habla bastante claro de la calidad de toda la "obra".
El dibujo de estas dos historias, del español Pepe Larraz, es monumental. Hay algún dibujito a página completa de la Gata Negra que es para decir... ¡Bravo! ¡Bravísimo! La historia, de
Fred Van Lente, es absurda pero no infame.
El tan cacareado (por mí) final del Brand New Day es una historia cutre a más no poder que mezcla cacerías absurdas por la ciudad con fiestas de disfraces y cualquier otra cosa que se te ocurra. Aquí Van Lente está (aún) menos afortunado que antes y el dibujo de Max Fiumara no me gusta especialmente. Tiene algo desagradable y gris. Quizá sea el tipo que le colore, Morry Hollowellm, que no sé si es tipo o tipa.

No obstante, hay un par de detalles graciosos en el cómic: la presencia del Spider-car (jeje) y el hecho de que Spidey tenga que disfrazarse... con un disfraz de sí mismo de los que venden en los chinos, con careta de Spiderman para taparse la cara en lugar de la máscara. Es bastante divertido, y es ese rollito meta-lenguaje que tanto les gusta a los guionistas del trepamuros.
Todas las mini-historias, what ifs y rellenos que vienen a continuación son lo peor de lo peor. Tanto que el último what if ni siquiera he tenido valor de leérmelo, porque el dibujo de Paul Azaceta es la cosa más fea que he visto en mi vida. ¿Cómo le dan curros de esto a este tío? ¿A quién ha engañado? Os invito a alejaros de Azaceta tanto como podáis en cuanto le veáis acercaros. Ese va a hacer daño.
2/10
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