26 de diciembre de 2009

# 26: Revelations (by Barry Allen)


Aunque tengo por costumbre no leer nada que tenga demasiado contenido político/religioso, llevaba tiempo queriendo echarle el guante a esta miniserie; por su contenido gráfico, principalmente. Y es que, cuando te apasiona el dibujo, es inevitable volverse demasiado selectivo a la hora de elegir lectura comiquera —más aún si se trata del artista mejicano Humberto Ramos (Crimson, Out There, El asombroso Spider-Man)—. Lo que no quiere decir que tenga menos en cuenta a la persona que firma el guión. Que en esta ocasión es el señor Paul Jenkins (guionista británico artífice de obras como: Lobezno: Origen, Inhumanos o El vigía).

La edición que presenta Planeta DeAgostini, recopilando los seis números de la miniserie en un solo tomo, me ha parecido poco cuidada; con una encuadernación rústica tirando a mala, está repleta de errores gramaticales que hacen de su lectura algo bastante tedioso —no puedo evitar pensar que a veces utilizan el Traductor de Google—, tan solo soportable por el enorme trabajo artístico que han llevado a cabo Humberto Ramos, quien desde entonces a conseguido alcanzar la excelencia en la Casa de las Ideas con un estilo que lo hace único; Edgar Delgado, habitual colorista del señor Ramos, que no hace mucho ha publicado Ultra Duck; y Leonardo Olea, colorista de la más reciente colaboración entre Jenkins y Ramos: Fairy Quest: Outlaws, obra que muy probablemente no llegaremos a ver en España.

Estos grandes de la historieta nos hacen viajar hasta Roma, donde uno de los mejores detectives de Scotland Yard, Charlie Northen, un adicto al tabaco nada creyente y aficionado a los libros (malos) sobre lo inexplicable —alienígenas, conspiraciones... Vamos, un Jack Hodgins en toda regla—, debe investigar la muerte, en extrañas circunstancias, de un cardenal posible sucesor del Papa. El Vaticano, curioso lugar para cometer un crimen, ¿verdad? La escasez de pistas y la insistencia de una oscura organización por evitar que se sepa la verdad harán que su tarea no resulte nada sencilla. Un trágico suceso del pasado hizo que su fe desapareciera. Ahora, los acontecimientos que están por venir llevarán a Northen a preguntarse en qué cree.

El género negro nunca ha sido uno de mis favoritos; pero, al parecer, siempre hay algo que consigue captar mi atención en este tipo de historias —ya me sucedió con Blacksad e Incógnito, ambos títulos altamente recomendables—. Una trama llena de interrogantes que, aunque pesada en momentos puntuales, consigue que esa parte curiosa que todo ser humano lleva dentro se apodere de ti hasta el final. Un final (casi) inesperado, con un toque fantástico, sobrenatural —como a mí me gusta—, que logra cerrar el misterio dejándote con ganas de más y demostrando que hasta en el lugar más insospechado, más “sagrado”, pueden existir la corrupción y los secretos.

7/10

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Espero que os haya gustado esta mi primera reseña para Número de Cómic. Después de tanta insistencia por parte de Juan —¡uy!, creo que he revelado su identidad secreta. Un nombre poco común ese de Juan—, he decidido aceptar su oferta (no remunerada) y colaborar con él en este blog. Al igual que mi compañero firma como Clark Kent, he creído conveniente, ya que me uno a esta Liga, mantener el anonimato —y el nivel de “frikismo”, por supuesto— firmando como Barry Allen

Ya os comunico que rápido, lo que se dice rápido, no soy. Es muy probable que por causas de fuerza mayor vaya a Velocidad Absurda. Pero intentaré molestaros con frecuencia. No soy un erudito de la lingüística —y no lo pretendo—, y mucho menos un profesional de la crítica —¿existen?—. Tan solo intentaré dar mi siempre humilde opinión de aficionado sobre (casi) todo aquello que pueda leer.

Con la esperanza de haberos hecho pasar un rato agradable, y queriendo hacerlo mejor en ocasiones venideras, se despide vuestro amigo y vecino... No, espera. Eso es de otro tío.

¡Hasta otra!

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