Así pues, qué mejor para acercarme a Turner que "Fathom", cómic del que fue creador y dueño. Spider-Man o Superman, por poner un ejemplo claro, son propiedad de Marvel y DC respectivamente, ningún autor puede hacer con ellos nada que no sea aprobado antes por los dueños. No pasa así con Fathom, serie con la que Michael Turner podía hacer lo que quisiera puesto que él fue el dueño del invento.
"Fathom" nace en 1998 y se frena en seco en 2002 cuando a Turner le diagnosticaron el cáncer que acabaría matándolo. Cuando éste remitió por algún tiempo, Turner se llevó su creación de Top Cow a Aspen, la editorial de cómics que creó (y que tiene un logo francamente horroroso). Algunos de los cómics de Aspen son "Charismagic", "Lady Mechanika", "Broken Pieces", "Soulfire" o "Haunted City". ¿Cómo, que no os suena ninguno? A mí tampoco...
A quien sí le sonó el nombre de "Fathom" fue a las productoras de Hollywood, ya que hasta en dos ocasiones se ha hablado de hacer una peli basada en el personaje de Aspen y el mundo acuático del cómic. Que se hablara de James Cameron para una posible adaptación peliculera (en 2002) tiene su puntito de lógica tras "Titanic", "Abyss" y el conocido amor de Jimbo por el agua; pero lo de Megan Fox como protagonista en otro intento de poner en marcha el film nos sorprende más (no obstante, la Fox sería una estupenda Aspen... siempre y cuando no tuviera demasiados diálogos en esa posible película).
Pero centrémonos en el cómic en cuestión, el primer volumen de "Fathom" editado por Norma Editorial, que recoge los tres primeros números de la serie. ¿Son buenos? ¿Merecen la pena? ¿Hay algo en ellos que los haga especiales? La respuesta a las tres preguntas es la misma: NO.
Empecemos por el argumento: un barco aparece de repente en San Diego, una década después de haber desaparecido "into thin air", que dicen en las series de la tele. Ponen el barco y a los tripulantes y pasajeros en cuarentena para hacerles pruebas y toda la vaina. Se centran en Aspen, una chica que sólo recuerda su nombre... Y luego tenemos tres versiones de sus recuerdos y de la reaparición del barco en San Diego (o eso creo, perdí bastante interés pasado el primer capítulo...).
Éste es el mayor problema del cómic, que tarda una eternidad en arrancar. Hay demasiado chau-chau que lejos de edificar una gran trama o unos personajes interesantes, aburre al más pintado. Turner intenta crear una intrega marina con elementos de la propia "Abyss", mutantes salidos de un tie-in de "Aquaman", un poco de "espiritualidad new age"... No sé, me ha sonado todo a ya visto; y, por encima de todo, soporífero. Aspen, la verdad, NO ES TAN INTERESANTE. Turner cree tener a una especie de Aquagirl entre manos y a mí el personaje me ha parecido de una nadería alucinante.
A este sopor que me ha provocado "Fathom" han contribuido decisivamente dos factores, además del ya mencionado aburrido guión: en primer lugar, mi falta de conexión con las historias que tienen lugar en el mar, nunca me han interesado demasiado y a la menor prueba de aburrimiento, dimito; y, en segundo lugar, el dibujo de Michael Turner. Ese que yo esperaba espectacular y adictivo.
Espectacular es, desde luego, pero ¿adictivo? No way. Las caras de sus personajes son tan cuadradas y exageradas que no puedo con ellos. Me pasa lo mismo con Romita Jr. ME MOLESTA MIRARLOS. En serio. Además, el cómic está lleno de viñetas gigantes que, lejos de contar la trama, la paralizan. Es todo una sucesión de (supuestos) dibujos bonitos que no llevan a ninguna parte.
En definitiva, un cómic que me ha decepcionado mucho, cuyo guión me ha parecido lento y mortecino, falto de originalidad, chispa o el más mínimo interés en su trama, diálogos o personajes. El dibujo, para rematar, me ha parecido cansino y hasta desagradable. Desagradable en plan "demasiado bonito y aburrido", no en plan esto.
3/10
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