24 de octubre de 2010

Death sentence

Hola, seguidores del cine de Steven Seagal que habéis llegado hasta este blog buscando información sobre vuestros títulos imprescindibles del ex-coletudo mandoblero. Lamento deciros que el título de este post no tiene que ver con una película de yoyas (qué más quisiera yo y los que van a seguir leyendo), sino con la columna de Umberto Eco que he leído esta mañana en el Público.

La columna se pregunta (ella misma, como un pequeño ser con patas y una viserilla muy chula en la cabeza, así inclinada hacia la izquierda) por qué nos indigna que maten mediante lapidación a una mujer iraní y nos toca los pies que maten a otra en Estados Unidos mediante inyección letal. Como no la he encontrado en la web de Público (no deben tener los derechos para publicarla en internet), os dejo este link de El Sol de México, un periódico como Dios manda y que debe pagarle a Eco por todo el pack (papel e internet), para que podáis leerla.

Es una columna bastante interesante y que viene a decir que todo nos resbala a no ser que:

1. Te afecte a ti directa (novia, mujer, hijos, madre) o indirectamente (amigo, primo, vecino)
2. Exista una fuerte campaña sobre el tema en los medios de comunicación

Sí, no es que haya descubierto la pólvora pero los dos puntos son ciertos como el esplendor en el culazo de Jennifer López. You can´t deny that ass. Y es una pena. Aún a riesgo de que el señor Eco, creador de esos cereales solubles tan ricos, me demande, he aquí un extracto de su columna "La virginiana y la iraní":

"La situación es más bien rara, y me gustaría saber si estos occidentales -en cuyas filas figura la primera dama de Francia, Carla Bruni-Sarkozy- que protestan contra la pena de muerte en Irán también han protestado contra la de Estados Unidos. Sospecho que la mayoría no. Los occidentales se han desensibilizado con el alto número de ejecuciones legales en Estados Unidos."

Y por mucho que me haya hecho pensar la columna de Eco-Ecoooo se me ha ido inmediatamente la mente a otra cosa: ¿Pero éste Umberto Eco no murió ya? Es decir, ¿el señor que escribió "El nombre de la rosa"... sigue en activo y dándole a la tecla? ¿Será un hijo rentabilizando el nombre-franquicia del padre? ¿Cómo se pasa de publicar best-sellers a vender columnas a Público (con todos mis respetos)?

Me gustaría terminar este post con un pensamiento profundo de algún tipo, pero la verdad es que estoy vacío por dentro. Por eso me leo estas columnas, para que me llenen. Por cierto, la pena de muerte es caca. La cadena perpetua tiene que joderles más, ¿no? Con lo otro se escapan por la gatera así como muy rápido. Claro, que habría que ver qué digo si el tema me afectara personalmente. Dios no lo quiera.

5 comentarios:

Maximus dijo...

Yo apostaría por una cadena perpetua de condenas a muerte. (Lo siento, yo también estoy vacío, y te leo para llenarme).

Como le dijo Harry a AJ, armadillo mediante: "me alegro mucho de verte, chaval". Estás magnífico.

Anónimo dijo...

Estimado Gran Juan!! Tú me conoces y tienes constancia de mi defensa por la vida (qué hermosa es!!); sin embargo, yo le preguntaría Eco si en USA las mujeres que son sentenciadas a la pena de muerte están en esa situación por engañar a su esposo o simplemente por descubrirse la cabeza. Yo creo que el mundo occidental no critica a los iraníes por la pena de muerte como tal sino por los motivos banales y las salvajes técnicas empleadas.
¿Que la pena de muerte en censurable en todo el mundo? Es tema de debate. Pero el señor Eco tiene que saber (no hay que ser un genio para eso), que sería más noticia la inyección letal en USA si se le pone a una mujer que haya sido infiel o que simplemente haya salido con unas amigas buenorras a celebrar en pelotas un triunfo de los Yankees de NY, por ejemplo. Por motivos así es que pagan con la muerte las pobres mujeres iraníes (haciendo un símil exagerado, claro). Me expliqué, gran Juan??? Por favor, dime que captaste la esencia de mi mensaje y seré feliz por siempre.
Un abrazo!!!

Don Excmo.

Clark Kent dijo...

Amado Maximus, siempre te serviré con la fidelidad del psicópata. Aplausos para ti y tu Evelyn.

Querido Julio, una vez más vienes a iluminarme. Sé que la pena de muerte que se aplica a las mujeres iraníes es por cosas bastante lamentables y asumidas sin castigo alguno en occidente. Eso es censurable.

Pero también es censurable que la pena de muerte en USA ya nos de un poco igual y no nos inquiete en absoluto porque se apliqua por "delitos chungos de verdad" y porque, simplemente, ya nos hemos acostumbrado.

Creo que las dos cosas son censurables. ¿Que lo primero es más censurable que lo segundo? Pues muy posiblemente.

Y si unas amigas buenorras salen en pelotas a celebrar un triunfo de los Yankees, por favor, haz el favor de avisarme o pasarme un link con las fotos.

Eres un referente, Don Excelentísimo. Eres un faro.

Anónimo dijo...

Interrumpo para hacer una aclaración sobre la serie de Jorge Sanz. El autor del blog asegura que se trata de una imitación de Larry David, lo cual me hace pensar que o bien no has visto el show de Larry David en tu vida o que lo odias a muerte y por eso quieres compararlo con la serie de Sanz.
Te podría decir cien diferencias, pero la principal es que Larry en su serie hace de Larry Davis, el Larry David real, en cambio Sanz se inventa su carrera. Vamos, como un huevo a una castaña.
Muchas felicidades por tu blog.
Pd- ¿En serio sigue´saliendo el Público? JAJAJAJAJAJAJJA.

Clark Kent dijo...

Hombre, se parece más a la de Larry David que, qué sé yo, a Glee. Pero es para hacernos todos una idea, vamos, no es un análisis clínico. Es una opinión. Sí que es verdad que Jorge Sanz, ese grande, se inventa cositas aquí y allá, lo cual me divierte. ¡Gracias por comentar!