11 de octubre de 2010

Detox

El Urban Dictionary tiene unas siete definiciones para el término "Detox".

Una de ellas es "A drink or pill that cleans your system to pass a drug test. It usually needs to be taken a week in advance";

otra es: "to free someone of a addiction to drugs or alcohol by medical means, (from detoxify a term originally used for removing any toxic substance)"

Ninguna hace referencia al uso que se le da en Dublín, y especialmente al uso que le dan los españoles en Dublín: "hacerse un detox es hacer una dieta extrema, un ayuno suicida destinado a la limpieza interna de órganos, organillos y cualquier otra cosa que ronde por el cuerpo, como el bazo".

Estoy en el ajo. Yo y el Detox somos uno. Aquí y ahora anuncio al mundo, y a pí pispo, que he iniciado una huída hacia delante. Y delante no me esperan campos de marshmallows y morcillas, sino una inmensa nada compuesta de... sirope de arce. Sí, amigos, estoy haciendo la famosa dieta de la savia o sirope de arce y ya no pienso mirar atrás.

A partir de ahora, el arce guiará mi vida. Él me enseñará el camino. Tras dos días de predieta a base de frutas y sopas de sobre (que me han sabido como a Obelix los jabalíes), he iniciado hoy la "ronda relámpago" (that one is for all you Friends fans out there) de la dieta, es decir, lo chungo. Desde hoy y hasta el domingo el único alimento que tomaré cada día será ese brebaje mágico a base de:

· 2 litros de agua
· Cinco limones del Tesco a 37 céntimos la pieza (¿cuánto cuestan en España?)
· Un poquito de canela
· 14 cucharaditas de savia de arche (lata como de gasolina comprada en un herbolario de Barcelona a 37 euros y pico)


Será una semana difícil, lo sé. Pero el arce todo lo vale. Tras ver los cuerpos lozanos, pinceles y bien esculpidos de mis compadres Nacho y Fox sé que ese, y no el comunismo, es el camino. Os iré contando mis experiencias.

Ya escucho los gritos de las señoras agitando los carritos de la compra alarmadas: "¡Pero eso no es sano, muchacho! ¡Esto te va a destrozar el cuerpo! ¡Algo tan radical no puede ser bueno!". A esas señoras les contesto lo siguiente: "Calláos. Os mataré".

"La savia es como tomar la sangre del arce", acaba de decir Loida. Es una de las cosas más desagradables que he escuchado en mi vida.

May God bless America.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, me encantaba la aldea del arce. samalele, samalaaa... La dieta del arce no me gusta tanto.
Vas a relatarlo día a día? suerte y ánimo!
-echalotte

AccentLess dijo...

Alce-Arce, prefiero batir en una turmix al mamifero con su sangre, y dejar la savia y los plantujos para las vacas... de todas formas, siempre los confundo (y acabo regando cosas con sirope de alce, volviendo a la idea del mamifero en una turmix)

Una cosa que no he pillado: ¿Objetivo?

Clark Kent dijo...

¿Objetivo? Adelgazar. Estoy en el camino del barrilismo cósmico. Necesito algo bestia para empezar. Y yo siempre he confundido arce y alce, de hecho, todo suena mucho mejor si te imaginas esa savia sacada de ese dulce animalito... dulce, sí, hasta que te engancha por la rabadilla...

Lo relataré hasta que me deje sin fuerzas.