6 de junio de 2011
Detroit necesita a RoboCop (2)
Decíamos ayer... que Detroit necesitaba a Robocop. Todo aquello de un tío sugiriéndole al mayor que pusiera una estatua de Robocop en la ciudad para darle un poquito de diversión a la cosa. Empezó como cachondeo puro y duro, con el propio alcalde diciendo que era una chorrada, pero la cosa se fue moviendo por las redes sociales (ah, ellas), le crearon una web al movimiento (éste sí y no el del 15-M ese) y el 26 de marzo terminaron una colecta (¡más de 67.000 machacantes!) con la que, EFECTIVAMENTE, van a hacerle una estatua al Robopoli. (Entrad en la web y ved el vídeo para Funny or Die de Peter Weller, ¡es güeno!).
Desde aquel momento, que fue tan especial en mi vida, tenía ganas de pillar a Robocop por banda. No quería borrarle el cerito, make no mistake, lo que quería era ver todas las pelis, las series y hasta sus enfrentamientos en YouTube con Terminator. Bueno, pues lo he hecho. Y la experiencia no ha sido como esperaba.
Para empezar, la primera parte es maravillosa. No la recordaba tan buena. Pero lo es. Paul Verhoeven (o como se escriba, "Berjoven", vamos) es un chico travieso y esmerado. Le gusta meter gore, humor negro e incorrecciones políticas allí y allá. Y todo eso encaja de muerte con Detroit, la caca que hay por allí y hasta el propio Robocop. Una cosa genial del Robo (que se cargan en la tercera peli) es su forma de disparar. Tiene un estilo definido y característico, parece un bailaor flamenco el tío. No me refiero a cuando apunta a quemarropa y fulmina al tipo en cuestión con ese pistolón a lo Dirty Harry (me juego los cuartos a que se inspiraron en el póster de la peli para crear la pistola de dos metros quince del Robo), sino a cuando hace un escorzo para disparar al lado, o por detrás, o de canto. Se mueve como si estuviera bailando ballet. Es un robot realizando una coreografía del asesinato en nombre de la ley. Ese Robocop es mucho toro.
Otra cosa genial de la primera parte: la banda de malos es la leche. Son MUY malos. Son unos kinkis de la calle pero to the max. Tienen una sed por la sangre y todo lo evil que es hipnotizante. No son aburridos de ver. Not at all. Y sale el calvo aquel de "Fortaleza Infernal" o como se llamara aquel peliculón de Christopher Lambert.
La segunda parte empieza bien pero luego todo es un caer de culo al monte de los pterodáctilos picudos. No hay nada que rascar, el argumento es confusing as hell, y Robocop se convierte casi en un secundario en su propia peli. Muy mala. El argumento es de Frank Miller y creo que tras esta hecatombe le juró odio eterno a Hollywood. Lástima que no mantuviera su palabra, nos habríamos ahorrado su "The Spirit".
La tercera, que acabo de ver, es directamente un telefilm. Una niña de 6 años reprograma un robot con su netbook (antes de que existieran los netbooks), la rubia de mofletes compañera del Robo palma y hasta cambian al actor que hace de Robo por otro de barbilla tan pronunciada como él. Es todo un embuste. No he aguantado más de media hora. Bueno, vale, la he pasado para adelante hasta que Robocop ha aparecido volando. Tenía que verlo. Ahora tengo pendientes dos mini-series o algo así.
Y, hasta que hagan el prometido remake (hay mucho que explotar en el mundillo de Robocop), creo que lo que más me atrae del personaje son los comicazos que han hecho de él.
P.D. Un loco de esto (las redes y las pelis malas) ha publicado en IMDB una lista con "Las 45 cosas que aprendí viendo Robocop 3". Algunas son tronchantes ("los cyborgs comen balas", "los cyborgs japoneses fuman", "los ascensores de hotel te llevan a tu planta sin ni siquiera moverse", etc.) y te aconsejo que las leas aunque no hayas visto la peli. Es mucho mejor esto que la película.
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2 comentarios:
Mi experiencia con RoboCop acabó en la segunda película. Con la tercera ya no me atreví. Me pasó como con Piratas del Caribe, que me quedé… en la primera (y no me salí del cine porque iba acompañado, y no era plan).
RoboCop 1 tengo que revisitarla (este palabro queda muy cool). Hace doscientos años que no la veo, pero recuerdo que me encantó. Y es que el Verhoeven sabía lo que se hacía (una pena que ya apenas dirija).
De RoboCop 2 no me acuerdo de nada, lo que no es demasiada buena señal. La dirigió el mismo que el de El imperio contraataca (espero que esta vez le dejaran rodarla a él de verdad). Si no llegué nunca a ver la tercera parte, imagino que fue por lo mala que me parecería esta.
¿Y han hecho series de RoboCop? Me estoy haciendo viejo.
Me encantan estas entradas, Clark. Definitivamente.
¡Saludos!
Sí, la verdad es que la vida real de Robocop acaba hacia el minuto 30 de la segunda película. Todo lo demás apesta. Y es una pena, porque tienen mucho tema por explotar ahí.
Las series de Robocop son raras, una canadiense que hicieron a modo de ¿cuarta película no oficial? Y otra de los 80 de cuando el Robo estaba en la pomada. No sé, le dedicaré un par de ratos en Series Yonkis a ver qué tal.
Gracias por comentar, Jimmy.
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