28 de diciembre de 2009

# 29: Supergirl

Los bandidos de Planeta (cuando editaban DC, hasta hace dos telediarios, vamos) tuvieron a bien llamar a este tomo recopilatorio "Supergirl". A secas. Sin número 1 en el lomo, ni ningún título en plan "El comienzo" para orientar al lector ocasional que quiera acercarse al personaje. Entiendo que a una editorial le conviene no numerar nada para que los números no te dejen fuera de su lectura (como los cómics de Tintín, por ejemplo, que por orden expresa de Hergè no fueron numerados), pero, hombre, un titulillo o algo no vendría mal.

Es como ir a Fnac a por un DVD y llevarse uno que ponga "Johnny Depp". Sí, bien, ¿pero Johnny Depp cómo? ¿Haciendo de loco como en la de los piratas, haciendo de aburrido como en la del turista? ¡Dame más detalles, por el amor de Dios!

En fin, que hay que leer en el interior para descubrir que este tomo sin número ni antetítulos recopila los primeros cinco números de la serie "Supergirl" publicados en 2005 y 2006. El cómic es una nadería muy importante con un único encanto: un personaje ligeramente interesante.

La cosa va así: en el primer episodio, Supergirl se da de leches con Superboy, en el segundo con los Outsiders, en el tercero con Maroto, en el cuarto con el de la moto, en el quinto con Lex Luthor en su carcasa robótica... No hay argumento, sólo hay manduca. Que oye, es muy respetable y las figuras de Ian Churchill están francamente bien (Supergirl, que en teoría tiene 15 años, es ESPECTACTULARMENTE SENSUAL). Además, las portadas alternativas de Michael Turner están muy chulas. Ahora bien, en el guión de Jeph Loeb no hay nada que rascar. Quizá en el primer episodio intenta dar un par de pinceladas a la personalidad de la chica... pero muy poquita cosa.

Lo más destacable del cómic, que es prescindible hasta decir basta, es el traje de Supergirl. Me encanta. Esos ribetes amarillos, esas mangas largas que le cubren los puños... estéticamente me parece maravilloso. El personaje, como digo, apunta maneras aquí y allá. Pero Loeb prefiere ponerla a dar puñetazos con todo quisqui antes de contarnos algo sobre ella. ¿No podía haber intentado hacer las dos cosas a la vez?

Lo que sí me ha atraído bastante es la historia del personaje que cuenta en un par de columnas (al comienzo y al final del tomo) Enrique Ríos. Me llama poderosamente la atención la etapa de Peter David y Gary Frank iniciada en 1996. Que duró 80 números y que tiene un cambio de look en la prota allá por el número 51 (usando el traje blanco como usó el personaje de animación). A ver si podemos hincarle el diente a esa etapa pronto en Número de Cómic.

No sé muy bien porqué, me atrae este personaje (o, bueno, sí lo sé: es Superman con pechos y minifalda).

4/10

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