La historia está protagonizada por Nightwing (Lor-Zod, el hijo del General Zod posteriormente adoptado por Lois & Clark como "Christopher Kent", ya crecidito) y Flamebird (una kriptoniana de nombre extraño que paso de buscar en el tomo para escribirlo aquí), dos personajes que ya habían aparecido varias veces en DC a lo largo de la historia, como una especie de "santos combatientes" del planeta Krypton. Pues muy bien.
Como pareja es bastante mediocre, mucho más divertidos son esos dos criminales con super-poderes que, como muy bien dice Javier Olivares Tolosa en el comentario del libro, parecen sacados de "Asesinos Natos" de Oliver Stone. De hecho, aquí hay un cómic genial que no sé si ya existirá: una pareja de fugitivos, dos outlaws de esos, destruyendo el mundo just for fun. Robando licorerías, quemando moteles de carretera, friendo con su visión de rayos-X la hamburguesa del Diner de la esquina. "Bonny & Clyde con superpoderes". Ahí te lo dejo, Mark Millar, haz con este regalo lo que quieras.
Los guiones de Greg Rucka me han convencido. La historia, sin ningún personaje brillante, entretiene siempre y mantiene buen ritmo.El dibujo de Eddy Barrows está aún mejor y me gustaría leer muchos más cómics con su dibujo. A veces son un poco rutinarios, pero las figuras humanas son espectaculares, y tiene algún detallito interesante, como esa splash-page con toques gore de lo más aplaudida.
En resumen, un tomito de lo más majo, si acaso lo más interesante de toda esa macro-saga de Superman en Nuevo Krypton.
6/10
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