3 de diciembre de 2011

David Mamet es un genio


Qué grande es David Mamet. Podría parafrasear a nosequé modelo diciendo aquello de "no he visto ninguna de sus películas pero le sigo mucho"... y en este caso sería verdad. Vale, he visto "El cartero siempre llama dos veces", "Los intocables de Elliot Ness", "La cortina de humo" y "El desafío" (la de los dos tíos contra un oso, la de Alec Baldwin antes de comerse a Alec Baldwin); pero me es completamente desconocido el resto de su filmografía: "House of games", "Glengarry Glen Ross", "Hoffa", "American Buffalo", "La trama", "State and Main", "El último golpe", "Spartan", "Edmond", "Cinturón rojo", etc.

"Y si no has visto ni la mitad de sus películas,  ¿a cuento de qué dices que le sigues mucho, pánfilo?"

Me alegro de que me hagas esa pregunta, Yo Mismo, aunque lo de pánfilo te lo podías haber ahorrado. Lo de seguirle se reduce (o se amplía) al libro "Bambi contra Godzilla: Finalidad, práctica y naturaleza de la industria del cine". Quizá el mejor libro sobre cine que he leído en mi vida. Antes de nada, echadle un vistazo al corto en el que Mamet se inspiró para titular el libro (el título original del corto, "Bambi meets Godzilla", es mucho más adecuado para esta pieza en blanco y negro):



En el libro, Mamet escribe sin orden ni concierto, pero con una clase y un talento que se le derrama en cada palabra, sobre el mundo del cine y aledaños: los recuerdos de sus películas favoritas, cómo ser un guionista primerizo en Hollywood y sobrevivir a las reescrituras que te exigen los estudios, trucos de los actores para clavar una escena, "Escribir para mujeres", "El poder de los judíos", "La película en cinco gags"... El libro es rico en temas, anécdotas, cinefilia y, sobre todo, sabiduría.

Pocas veces he tenido esta sensación de "cada palabra que coloca este tío es una frase es una obra de arte". No cada frase, CADA PALABRA. Este tipo es un ORFEBRE de la palabra, las deposita, las acolcha sobre el papel con un mimo y un cariño fascinantes, casi con tanto mimo y cariño como el que le tiene (y le demuestra) al cine. Este tipo ama el cine y ama el lenguaje. En muchos sentidos, me ha recordado a Cameron Crowe. Pero lo mejor del libro no es lo bien escrito que está, sino lo mucho que se aprende leyéndolo. Esto es un señor de 64 años contando TODO lo que sabe, ama y recuerda sobre el cine, lo que más le gusta en el mundo. Es una gozada.

Al final del libro, Mamet te casca unas 20-30 páginas con breves sumarios de todas las películas que ha ido mencionando en los distintos capítulos (el tío es una metralleta, un aspersor, citando películas). Me las estoy apuntando todas en un cuaderno para ir viéndolas cuando pueda. La mayoría, un 85%, son películas en blanco y negro (y yo, salvo ésta y otras poquitas, he trabajado bastante poco este género).

Si os interesa el libro (y si os gusta el cine y tenéis un mínimo sentido del gusto os interesa) podéis comprarlo en inglés en Book Depository por 8´23 euros (¡envío gratuito!); o por 7´63 euros en el Amazon español (el libro sigue siendo en inglés). Lo que no sé es cuánto son los gastos de envío en Amazon. También podéis acercaros al Fnac de toda la vida, dejarlo encargado y que cuando os lo traigan os cobren más de 20 machacantes. Eso sí, en español y con la portada bonita, que es el que tengo yo.

Los libros de la colección Fuera de campo de Alba Editorial son la bomba (el de "Cómo orquestar una comedia" también es de lo más goloso).

1 comentario:

Jimmy Dix dijo...

Gran entrada, Clark.

Estamos de acuerdo: el tío es un genio. A mí no solo me parece un excelente guionista, sino también un magnífico director, faceta en la que aún no ha tenido el reconocimiento que se merece.

Es absurdo que este hombre apenas esté haciendo nada desde hace unos años. Cierto es que la taquilla y él nunca se han llevado demasiado bien, pero ahí está por ejemplo Woody Allen, que no es precisamente taquillero y, sin embargo, no para de trabajar.

De Alba tengo El guión, de McKee. Sí que son buenos esos libros, sí. Me apunto este para mi carta de los Reyes.

Este blog sigue siendo imprescindible. Y lo sabes.

¡Un saludo!