18 de diciembre de 2009

# 18: Asombroso Spiderman Nº58. A lo grande.

I just LOVED this issue of Spiderman. "A lo grande" ("Big time" en inglés) marca el inicio de una nueva era en la colección arácnida. Atrás queda el Brand New Day, el One Moment In Time y todo lo demás. Se acabó la rotación de equipos creativos en la serie y, desde ahora, Dan Slott al guión y el español Humberto Ramos a los lápices se hacen con las riendas de Spidey en exclusiva. La verdad es que este primer número de la nueva era es muy divertido, "dinámico" (sí, sí, dinámico -"notable por su energía y actividad"-) y considerablemente adictivo. Quiero más y lo quiero pronto... algo que no me pasaba desde hace meses con la colección del trepamuros.

Antes de lo bueno, que es mucho, diré lo malo. 5´95 euros por 4 cómics está muy bien. La pena es que los dos únicos potables de este tomito son los de la saga "Big Time". Los otros dos que cuelan de rondón (los dos primeros de una miniserie llamada "Osborn" que nos venden como "fundamental") me parecen asquerosos. No voy a mentir, ni siquiera los he terminado de leer. El dibujo es infame y ya me pueden contar "El Padrino IV" guionizada por el mismísimo Francis Ford Coppola que con un dibujo así de feo no me lo leería. Así que en realidad son 6 euros por dos tebeos, sale a 3 eurazos por cómics y eso son precios de Dublín, cuando en el Forbidden Planet me gastaba 3-4 euros mínimo por cada cómic USA. En fin, que una pena que la serie "Osborn" me resulte tan anodina.

Empieza "Big Time" a lo loco y, sí, a lo grande, con Spidey y Los Vengadores de este número (Spiderwoman, Capitán América -Bucky-, Thor, Lobezno, Ojo de Halcón e Iron Man) enfrentándose a unos trípodes gigantes directamente sacados de la Guerra de los mundos de Spielberg que se están cargando una ciudad (no recuerdo si es Nueva York, qué más da). Este comienzo es una clara declaración de principios, un "y ahora vamos a soltarnos el pelo", se acabó arrastrar Mefistazos del pasado o establecer un nuevo estatus vital en nuestro protagonista. Aquí y ahora, nuevas aventuras de Spiderman, divertidas, cachondas, adictivas e intrigantes. Como debe de ser.

Las nuevas tramas molan bastante: Peter Parker comienza a trabajar en Horizon Labs ("como si una tienda de Apple y la fábrica de Willy Wonka hubieran tenido un precioso hijo"), un sitio mega-cool para jóvenes cerebritos donde a Peter le dan una especie de habitación secreta donde sólo pueda acceder él, donde no conocemos al séptimo miembro del laboratorio y tal y cual. Misterio. Mola. Luego tenemos a Kingpin tramando algo y dos nuevos Duendes amenazando el futuro de Spiderman. Y a una especie de transformer observando al lanzarredes desde lo lejos. Y al Doctor Octopuss. Vamos, que viene cargadita la cosa. Son dos tebeos donde el aburrimiento no tiene lugar. El guión de Slott maneja todas las tramas con soltura y Spiderman/Peter es tan graciosete/pringadete como se espera. Mención especial para el momento en el que le pide a Mary Jane compartir piso con ella. La reacción de ambos no tiene precio.

Pero lo mejor, sin ninguna duda, es el dibujo de Humberto Ramos. I LOVE IT!!! A medio camino entre Leinil Francis Yu y el estilo cartoon de Ed McGuinness, Ramos confirma un estilo maravilloso. Una gozada repasar los dibujos en una segunda lectura, porque en la primera fluyen con una rapidez y naturalidad alucinante. La historia es tan "dinámica" porque el dibujo la propulsa a la velocidad de la luz. Si pincháis en las ilustraciones que acompañan el post podréis descubrir si lo que digo es cierto o más falso que un euro de madera, que decía un conocido mío. Eso sí, pequeña pega, no soy muy fan del redondel negro ese que le pone a los ojos de Spiderman. Nadie es perfecto.

7´5/10
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